La Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias, productores e instituciones de El Hierro han acordado este miércoles la puesta en marcha de un proyecto dirigido a regenerar y modernizar el cultivo de la piña en la isla.

En la firma estuvieron presentes el director general de Agricultura, Pedro Tomás Pino; el presidente del Cabildo, Alpidio Armas; el alcalde de La Frontera, David Cabrera; el presidente de la Sociedad Cooperativa del Campo de Frontera, Pedro Miguel Ángel Acosta, y el presidente de SAT Frutas de El Hierro, Pablo Carmona.

Con esta acción se busca dar respuesta a las peticiones de productores y consumidores, y garantizar la oferta de este fruto en el mercado canario, protegido por cuestiones fitosanitarias, frente a la entrada de producciones del exterior.

Este plan, que se ejecutará en el periodo 2015-2020, supondrá una inversión de 2 millones de euros con cargo a las subvenciones del nuevo Programa de Desarrollo Rural, que gestiona la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias y estará en vigor durante los próximos cinco años, y a inversiones individuales y colectivas.

Este programa tiene como objetivo lograr mejoras del material vegetal de la variedad de piña mayoritaria en el archipiélago (Roja Española); de los procedimientos de cultivo hasta ahora utilizados, por ejemplo mediante el uso de invernaderos o microtúneles; y el control de las características de calidad comercial, como el tamaño, el color o el sabor.

Esto se debe a que el mercado, sobre todo los consumidores del sector turístico, están demandando piezas de mayor tamaño, con un contenido en azúcar mayor y un color interno más amarillo. Asimismo, como fin secundario se contempla la posibilidad de estudiar nuevas variedades adaptadas a las condiciones de la zona y a las exigencias de los consumidores.

Este programa se desglosa en varios proyectos encaminados a la instalación de un invernadero para enraizamiento, endurecimiento y mantenimiento de plantas madre; la multiplicación de plantas de piña tropical; la selección, caracterización, evaluación y multiplicación de material vegetal de este cultivo, y la recuperación de materia orgánica y elaboración de compost.

PROBLEMAS DE COMERCIALIZACIÓN

Tras un trabajo técnico se ha detectado que la variedad de piña producida actualmente presenta problemas de comercialización, principalmente por su falta de homogeneidad y bajo contenido en azúcar, que no alcanza los parámetros recomendados para los mercados europeos.

Además, los agricultores se encuentran con plantas débiles a las que les falta vitalidad y que en el futuro podrían dar lugar a cosechas con una baja producción que pondrían en peligro la continuidad del cultivo.

Asimismo, se ha detectado que es necesario un uso más responsable de los productos fitosanitarios que permiten el control de plagas y enfermedades vegetales, para reducir en la medida de lo posible el nivel de residuos sobre el cultivo a través de distintas acciones como mejorar la formación continua de los agricultores, entre otras medidas.

Los técnicos han considerado también que la regeneración del cultivo, que se llevará a cabo en el marco del proyecto, debe estar asociada a un incremento del contenido de materia orgánica en el suelo, por lo que se prevé contar con una planta generadora de compost.

Esto supone, a su vez, incrementar la cabaña ganadera y crear un sistema eficiente de recogida de residuos orgánicos procedentes de los municipios, restos de monte picado y estiércol de la ganadería que permitiría abaratar los costes de la materia orgánica.

FINES PROPUESTOS

Para cumplir con los fines propuestos será preciso disponer de plantas saneadas y mejoradas en toda la superficie de cultivo de los socios del proyecto con el fin de regenerar y mejorar la comercialización del cultivo, siendo necesario para ello la creación de invernaderos para la selección e implantación de los esquejes que posteriormente utilizará el agricultor.

Por otro lado, la calidad de la fruta que se pone en el mercado necesitará de una clasificación rigurosa, un control independiente y el compromiso de todos los productores para implantar un sistema de calidad que permita la trazabilidad de la producción, para lo que será necesario desarrollar una normativa expresa para este cultivo.

Otra de las cuestiones que aborda esta iniciativa es la ampliación de productos frescos derivados de la piña. Con respecto a la oferta de nuevos productos, ya están puestas las bases para llevar a cabo el proceso industrial, pues el Cabildo posee instalaciones y gran parte de la maquinaria para poner en marcha el procesado de la fruta y poder ofertar productos de 4ª gama al consumidor final.

En este sentido, el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), adscrito a la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias, se encargará del estudio y valoración de posibles nuevas variedades o de la regeneración de la actual para este fin.

La Consejería será la encargada de dirigir estas actuaciones y de coordinar la Comisión de Seguimiento de este plan, con representación de este departamento, el Ayuntamiento de La Frontera, el Cabildo, la Reserva de la Biosfera y de los sectores productor y técnico.

El Cabildo se compromete a ceder los terrenos, las instalaciones y el personal necesarios para llevar a cabo la puesta en marcha de esta iniciativa y la ejecución de las inversiones colectivas del mismo, al tiempo que pondrá a disposición de la asociación creada las instalaciones y maquinaria necesaria para la elaboración de este producto.

Por su parte, el Ayuntamiento prestará maquinaria si es necesario y cederá terrenos para la futura planta de compost. Asimismo, la SAT Frutas del Hierro y Cooperativa del Campo Frontera han acordado crear una asociación de productores que aglutine a los productores de ambas organizaciones para coordinar todos los aspectos vinculados al proyecto.